viernes, 27 de julio de 2007

Pedazo guarros/as

¿Te comiste un día tu propio vómito pensando que eran los restos de la cena de ayer?
¿Has reciclado alguna vez un condón porque a saber cuando volverás a tener otra oportunidad?
¿Para qué comprar papel de water si alguien dejó a mano un paquete de compresas?
¿Crees que en diseño menos nunca es más?

Entonces este es tu fanzine... (Sii!. Todavía quedan)

..estos los libros con los que calzas la pata de tu cama

y este hubiera sido tu concurso, si no hubieses estado dormido borracho

Y como todo delito tiene su castigo, como diría nuestro arzobispo descalzo, he aquí el culpable, que no arderá en la llamas del infierno porque está cerrado por defunción.


Un ejemplo para las nuevas generaciones, que no todo va a ser emeteuve y glamur. Makoki vive!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya, por fin.

El ascensor ha parado. Creí que nunca lo conseguiría. Ahora solo falta atinar con la llave y correr por el pasillo.

Si he aguantado el trayecto con todas esas curvas, la verborrea del taxista con sus peripecias de esta noche, contado el cambio y estaba correcto, esto tiene que ser coser y cantar.

Entro en casa… Pero empiezo a sentir unas arcadas poderosas, enormes, descomunales.

No puede ser. Esto es indigno. Tengo 42 años. ¡¡¡ Por Dios, el baño está a menos de quince pasos!!!.

No hay caso. No es que vaya a despertar en mi vómito no. Es que me veo abocado a cruzar la cocina en dos zancadas, abrir la ventana y verter cinco pisos abajo todos los excesos que prometí no cometer ayer cuando salía de casa.

Me meto en la cama rogando que ningún vecino haya sido testigo de semejante vileza y sobretodo que nadie haya sido blanco de la vomitona.

Tres de la tarde.

Me duele horrores la cabeza. Me cuesta moverme. Noto…

¡¡¡Horror!!!, Anoche no me quité la ropa. Pero lo peor no es eso. Creyéndome más o menos sereno, no arrojé todo por la ventana no, una buena parte ha quedado impregnada en mi ropa y por tanto en las sábanas.

Me levanto. El pasillo está hecho un cisco y la ventana de la cocina pegajosa. Con un pringue monumental.


Hoy toca limpieza casi general. Hasta de conciencia.