sábado, 5 de diciembre de 2009

La ciudad moderna con sus edificios de múltiples pisos...



Qué nuevo parecía todo en los años 20, qué cercano el futuro, cuantos sueños de maquinaría, engranajes y cuerpos al sol de utopías... Lo terrible estaría al caer pero tanto los revolucionarios de las formas e ideas como los amigos que bailaban en las verbenas o jugaban al tipo a pichón fotografían con todo verismo lo que no eran sino mentiras piadosas: que el mundo era nuevo y mejor o que la vida es una sucesión de fiestas, picnics y días de feria.

Pero si la pasión o la felicidad se contagian más que las paperas, como está de moda decir ahora, es bueno sumergirse en la de los otros para sentir esa inflamación que nos hace ver como a Rodchenko el día lleno de diagonales y reencuadres de energía social. O como tantos madrileños a lo largo del siglo XX compartir las imágenes de familia hasta crear un album colectivo de lo que pudo haber sido una historia mucho mejor. Y más divertida.

Hmmm? La clave de este galimatías a través de dos exposiciones fotográficas: Rodchenko Fotógrafo y Madrileños. Un album colectivo. Una selección de más de 20.000 imágenes realizadas por particulares. Dos placeres unidos por un canal.

1 comentario:

MANE dijo...

Las fotografías. Un aire de nostalgia las recorre pasado el tiempo. La mejor prueba que se puede esgrimir contra el olvido. Contundentes competidoras de la muerte misma.