sábado, 10 de mayo de 2008

NO SOMOS DE WAIKIKI

A este paso voy a tener que tejerme una faldita de palma, sustituir el sujetador por un par de cocos y ponerme una flor en el pelo. Si no decimos Aloha, aunque todo el mundo se empeñe en que el origen de nuestro nombre es polinesio, micronesio o atolónico. A mi que me den una sombrilla, genial, pero en una playa al norte de Estocolmo. Pero en este sector los clientes y los amigos siempre tienen la razón, por lo que hemos tenido que unirnos a la tendencia, aunque solo sea un rato. Loa, loando, me voy remando a ver si se me quita el catarro.


Este podría haber sido nuestro himno. Además me parece que a esas chicas tampoco les ha dado mucho el sol.

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