jueves, 14 de febrero de 2008

NO HAY CERDO QUE POR BIEN NO VENGA


2007 fue el año del cerdo. De esos que olisquean los cambios en el aire y adivinan si las presiones vienen altas o bajas. Hubo quien decidió liarse el petate, meter su pezuña en la mochila y probar una pocilga nueva, más reluciente, más grande. La cosa no hubiera estado tan mal, si el cerdo no hubiera tenido la cabeza llena de sueños dorados. !A fin de cuentas era su año, que cojones!, gruñó desafiante. Y de todo se aprende, mientras no llegue la matanza, pensaba mientras sonreía y hacía bailar su tocino como un profesional. Un cerdo un tanto psicalíptico, poco dado a entretenerse con asuntos místico-domésticos. Al final se libró del cuchillo y la depilación a la leña, aunque le expulsaron de la granja. Convertido en cerdo-hucha vio como se cumplía la profecía china, buena gente cuando no se dedican a saltear las costillas al estilo sichuan. El año del cerdo dorado debía traer descendencia guapa o prosperidad. Como se había preocupado de no meter la colita donde no debía, pensó que quizá podía volverse más rico que un lechón. No fue así la cosa, pero vamos, que podía haber ido peor, consideraba el cochino. Así que más féliz que un recebo salió a la calle dispuesto a comerse el mundo. Claro que se olvidó de que las navidades duran hasta Reyes, se celebran con jamón y que el final del año asiático no llega hasta febrero. Pobre cerdo libre y desocupado. Poco le duraron las fiestas. Total que al final se hospedó por aquí, puro despiste, y mientras dormía fui yo quien me lo comí. ¿O de que quién creíais que hablaba? Por eso este año si que va a ser el mío. A fin de cuentas es el año de la rata, ¿no? Y no hay mejor postre que un buen trozo de queso (a poder ser idiazabal). Ñam, ñam, que no se diga que no lo intentamos.

1 comentario:

MANE dijo...

Pollos, cerdos, ¿ qué va ser lo próximo que saques por la ventana ?