jueves, 4 de septiembre de 2008
LA CASA CRECE
Hay quien al encontrarse con un montón de balas de paja piensa en que sus vacas no van a variar de menú pero van a estar bien alimentadas. Otros solo dicen: "mira, cuánto campo!". Pero solo unos pocos ven en ellas un hogar. Es el caso de Rubén y Martina que a base de pulso y de acabar más tostados que un pastor en trashumancia se están construyendo una casita en los montes de Teruel. Si queréis encontrar una buena alternativa a la especulación del ladrillo aquí veréis como se va haciendo paso a paso una vivienda ligera y natural. Un paseito por esta web La casa crece y seguro que nunca más tendréis fiebre del heno.
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