.... cuando me hacen madrugar. He cambiado de camino, y como siempre, los cambios traen algo bueno: el bostezo de una peluquera con el flequillo más recto que se puede conseguir (sin utilizar infografía o pelo de muñeca), una pluma en la acera de una paloma menos, un garaje abierto donde discute una mujer en bata con alguien que no se ve.... Y encima he logrado llegar antes que nadie y a la hora. Bueno, sólo casi, pero no soy perfeccionista!
Y menos con estos pelacos! Viernes, viernes.
viernes, 27 de julio de 2007
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