domingo, 21 de octubre de 2007

El tiempo pasa, pero a veces se detiene un poco


Palermo, donde hemos pasado estos días, es mucho Palermo. Mañana a trabajar, pero intentaré que el ritmo sea todavía el del tráfico caótico, aunque flexible; el del paseo por las calles oscuras, simplemente para mirar y ser mirado; y el de los negocios que se sellan con un beso en la mejila y que se perdieron aquí hace décadas. Como alguien nos dijo todo es cuestión de "conducción filosófica". Así funcionan las cosas...
De nuevo en casa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bienvenidos!!!!!!

Nada, esta semana de aclimatación. No desesperes.

Joder, me lo expliquen, ¿ Es la entrada a alguna marmolería como las de berichitos y te tomas un cocktail mientras eliges la lápida ?

Besos