sábado, 12 de julio de 2008

UNA CITA PELIGROSA


Podía ser el título de la enésima película basada en la vieja advertencia asusta chicas "no hables con desconocidos y sobre todo no te vayas con ellos". Típica historia moralista con psicópata incluido. Tan casposa como los cuentos de culpabilidad y vergüenza que contaban las monjas a nuestras madres. No va el tema por ahí, aunque no esté de más recordar que en medio de tanta fiesta una chavalita de 20 años no pudo terminar de disfrutar el día 6, ese en el que todo el mundo debería ser tan amigo y en el que, precisamente, son los desconocidos a los que se termina recordando. O los conocidos a medias. O las medias historias, bonitas de verdad. Por eso, que la culpabilidad y la vergüenza perpetua sean para los asesinos y abusadores, y que la libertad de citar a quien se desee circule por todo el mundo, como una manada feliz en una dehesa con mucha sombra.
Pero esa no es la historia de hoy. Porque vergüenza, aunque más chiquita y de andar por casa, también deberían tenerla aquellos que corren el encierro como quien juega con la Wii, como una ficción mediatica en la que quedar retratado, como quien se rodea en una expo por un enorme diaporama. Ayer tuvimos capullo impasible con cigarro y cámara que ni se dio cuenta que el aliento de la muerte le pudo haber rozado. Más tontaco que el torito que se empeña en arrimarse al picador. Hoy el capullometro también se ha puesto en marcha cuando al final de la subida de mercaderes, un tipo de naranja ha sacado medio cuerpo del vallado citando a los toros que ya tenían una cierta deriva peligrosa hacia los maderos. El, como no terminaban de hacerle caso, insistía erre que erre. Sin pensar que en esa cita había cuernos de los realmente peligrosos, los que pueden barrer a otros que se han hecho a un lado para dejarlos pasar. Yo a ese, desde luego, nunca le daría mi teléfono.

1 comentario:

MANE dijo...

Sombrerazo por tu crónica.

Ya comentamos las pocas cosas que pasan para la cantidad de gente que se aglomera por la calle estos días. Habrá que esperar al balance oficial de incidentes y desgracias. A fecha de hoy van dos muertos. La pobre ventiañera y el desdichado que cayó muralla abajo.

A ese de naranja - en fin, será si tú lo dices jjjj - unos cuantos varazos de los pastores no le habrían venido nada mal.

Y por una vez, un toro ha cortado una oreja. El mozo se ha librado de algo más gordo. Ya tiene dos cumpleaños que celebrar.

ENHORABUENA OTRA VEZ !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!